El Barça se encamina a la final del Mundial de Clubes a un precio demasiado
elevado, y es que perder a un jugador como David Villa es perder demasiado para
una temporada que se avecina eterna y difícil.
El Barça planteó un partido de control, y desde el primer momento consiguió
volcarse de pleno en la portería rival. El gol no llegaba, aunque estaba claro
que tarde o temprano los culés acabarían abriendo el marcador.
Los goles llegaron por cuenta de los menos habituales en este sentido:
Adriano por partida doble, Keita y Maxwell fueron los autores de los 4 goles
que dieron la victoria a los de Pep Guardiola. Que mostró posteriormente su
tristeza y falta de ganas de celebración por la lesión de David Villa.
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