El Barça sale vivo en un partido muy disputado y del cual el mejor culé fue Victor Valdés, siendo crucial en la recta final del encuentro.
Hay muchas formas de llegar al máximo esplendor en el mundo del fútbol,
pero si para ello tenemos a Valencia y Barça a cada lado de la ecuación, al
hallar la x siempre acaba saliendo el mismo resultado: espectáculo. Pocos
partidos gozan de la igualdad y seriedad de estos dos grandes y es que cuando
se cruzan, la tensión y respeto mutuo e incalculable.
El Barcelona salió a buscar el encuentro desde el minuto 1. Mientras los de
Valverde despertaban todavía de la siesta, Piqué creaba la primera ocasión para
los azulgranas tras un saque de esquina. El Valencia reaccionó e intensificó la
presión en la salida del balón del
Barcelona y fue entonces cuando se encontró a sí mismo y fue capaz de crear
problemas a un Barça que dispuso sobre el terreno de juego del mismo 11 que
ante el Real Madrid, con la obvia excepción de Valdés por Pinto, y el cambio de
Mascherano por Puyol, aunque el argentino terminó siendo substituido por el
recién renovado en los primeros minutos de la segunda por la amarilla que
poseía ya el defensa albiceleste.
Cuanto más pasaban los minutos más acechaban los “ché” la portería de
Valdés hasta que de un rechace muerto en el área que aprovecha Ever Banega sale
el gol que ponía por delante a los locales. Poco les duró la alegría ya que el
Barcelona volvió a postrarse sobre el área valencianista y en un agarrón de
Joao a Pedro dentro de la zona de penalti llegaba el empate para los de Jordi
Roura. Lo firmó Lionel Messi desde los 11 metros con un disparo potente y
seguro hacia la escuadra que Guaita no pudo remediar.
La segunda mitad fue un ir y venir de juego en ambas porterías con más
peligro valencianista y más juego culé. En la recta final del partido, con las
pilas agotadas y la tensión palpable llegó el momento de Victor en el que salvó
dos disparos a gol consecutivos del Valencia, tras haber rechazado
anteriormente un muy buen disparo del ex-madridista Sergio Canales.
Los dos ex-valencianistas, Jordi Alba y David Villa, pudieron sentirse como
en casa gracias al gran apoyo de la afición. Y aunque el lateral izquierdo
realizó un más que excelente partido, subiendo y bajando a velocidades de vértigo
y cortando ocasiones de peligro, el público se acordó de todas esas tardes
memorables en Mestalla, igual que al “Guaje” que pudo disfrutar finalmente de
algunos minutos en la segunda parte y gozó de claras oportunidades de gol. A
pesar de no firmar ningún tanto, a David Villa seguro que le valió más haberse
visto arropado por la que fue su afición durante tantos años.
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